Hace exactamente un año, la OMS declaraba a la enfermedad del COVID-19 oficialmente como una pandemia ¿qué has aprendido desde entonces? Si eres de esas personas que a esta altura aún desinfecta billetes hasta dejarlos mojados, se limpia la suela de los zapatos en tapetes empapados de alcohol, pasa por túneles de desinfección, se rocía la cara u otras partes del cuerpo con alcohol, abandonaste el alcohol en gel y optas por alcohol de 96°, o simplemente exagera con el uso de desinfectante de manos, para sentirse a salvo del COVID-19, este artículo te interesa. Es muy bueno que no te hayas cansado de cuidarte y cuidar al resto, sin embargo, puede que estés exagerando con algunos hábitos que, en el fondo, no ayudan en nada y más bien, causan efectos distintos a los que te imaginas.
Sanitizante vs lavado con agua y jabón: ¿sustitutos o complementos?
¡No te canses de lavarte las manos! Si bien el uso de desinfectante a base de alcohol está entre las reglas básicas para mitigar el virus, junto con el uso de mascarilla y el distanciamiento físico, recuerda que, de ninguna forma, el alcohol en gel o sanitizante de manos, es un sustituto del lavado con agua y jabón; este último, es la regla de oro, es decir, la más necesaria por excelencia y no solo cuidarse de ese virus, sino de otras bacterias, suciedades o residuos.
¿En qué se diferencian? el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, explica que lavarse las manos con agua y jabón, durante al menos 20 segundos, ayuda a matar todo tipo de microbios; en cambio, los desinfectantes eliminan solo ciertos tipos y no tienen la capacidad de eliminar algunas sustancias químicas que pueden dañar la salud como metales pesados o pesticidas. (Ver aquí)
Un desinfectante es un gran aliado para usarlo en la calle o mientras realizas tareas diarias fuera de casa, sin embargo, siempre que puedas lávate las manos, como prioridad, porque el agua y el jabón son más eficaces que los desinfectantes.
La concentración del alcohol que uses, es importante
La CDC recomienda que cualquier desinfectante que uses, contenga como mínimo 60% de alcohol. Al inicio de la cuarentena rígida, se registró una importante escasez de alcoholes en gel, lo que llevó a muchos a crear sus propios desinfectantes; sin embargo, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos, FDA por sus siglas en inglés, sugiere evitar esta práctica, principalmente por dos factores: el producto hecho en casa puede resultar ineficaz o generar alergias y/o quemaduras en la piel. (Ver aquí)
Si en algún momento te preguntaste si el COVID-19 puede llegar a generar resistencia a los desinfectantes a base de alcohol de mínimo 60%, la respuesta es que por el momento los expertos no han encontrado evidencia para esa posibilidad. Todo lo contrario, sugieren que mientras más limpias las manos, más se limita la propagación de cualquier tipo de bacteria.
¿Mojas tus billetes en alcohol? Cuidado, quizás lo único que logres es dañarlos
Si aún no te convences de la poca efectividad de este hábito, si tu idea es que así estás “eliminando la posible presencia del COVID-19”, recuerda que la OMS en ningún momento alertó sobre la posibilidad de que los billetes sean transmisores del coronavirus; más bien, descartó que usarlos o manipularlos implique un riesgo de contagio. Si bien, para sentirte más seguro, los puedes rociar levemente con alcohol, lo cierto es que lavar o desinfectar billetes al punto de dejarlos empapados, solo provocará posibles rasgaduras o daños, hasta incluso dejarlos inutilizables, si se consolida como una medida permanente.
La recomendación de los expertos vuelve a lo básico: desinfectar y lavar las manos después de la manipulación de billetes.
¿En qué ayuda el uso de tapetes o alfombras empapadas con alcohol desinfectante para higienizar la suela de zapatos?
Si la intención específica de tomar esta medida es evitar la transmisión del coronavirus, la respuesta es que no sirve de nada. No obstante, es un buen hábito que se debería haber adoptado incluso antes de la aparición del COVID-19, pues ayuda a evitar que los contaminantes del suelo de la calle, se trasladen al hogar.
¿Desinfectar los alimentos recién comprados te aleja del COVID?
La seguridad alimentaria es una de las prioridades de la Organización Mundial de la Salud, OMS, pues la ingesta de alimentos con parásitos, bacterias, virus o toxinas puede ser la causa de más de 200 enfermedades, entre ellas la diarrea y el cáncer. Cada año, 1 de cada 10 personas se enferma por la ingesta de alimentos inocuos. (Ver aquí)
Sin embargo, no es el caso del COVID-19 porque hasta el momento, los expertos no han identificado que el coronavirus se propague mediante la comida, al igual que no sucede con ninguna enfermedad respiratoria. Los expertos repiten, sin cansancio, que la principal forma de propagación del COVID-19 es de persona a persona, mediante las gotas respiratorias o la saliva en acciones como toser, estornudar, hablar o cantar.
Desinfectar los alimentos, con productos especialmente creados para ese fin, es un buen hábito que todos deberían implementar a su rutina, independientemente del coronavirus.
Repetimos lo que ya te dijeron: uso de túneles de desinfección no es recomendable
Hace ya un par de meses la OMS advirtió que el uso de túneles, gabinetes o cámaras para rociar desinfectantes directamente al cuerpo de las personas, no es recomendable e incluso puede provocar daños en pieles sensibles, irritación en los ojos o reacciones por la inhalación como nauseas o broncoespasmos. Por ejemplo, una persona infectada con COVID-19 que pase por uno de estos túneles, antes de ingresar a un lugar, igual será foco de contagio al hablar, toser o estornudar pues el virus se propaga mediante las gotas de saliva y el contacto directo entre individuos. (Ver aquí)
La CDC advierte que las personas por ningún motivo deben “comer, beber, respirar o inyectarse desinfectantes en el cuerpo ya que pueden provocar un daños”. (Ver aquí).
Los expertos mundiales coinciden en que la pandemia, está muy lejos de superarse en el mediano plazo, por lo que la población debe entender que la única opción que queda, al menos por ahora, es aceptar el hecho de que se debe convivir con este virus, teniendo los cuidados básicos sin caer en excesos, ni llegar a la paranoia. Lávate las manos, usa mascarilla, evita el contacto físico y recuerda que, antes de caer en la desinformación, siempre tienes herramientas a la mano para informarte y cuidar tu salud con responsabilidad.